Virginia Satir[1] menciona que los seres humanos tenemos una concepción maravillosa y que las personas están conformadas de ocho partes, estas partes se pueden mirar, metafóricamente, con anteojos o lentes:
- Su cuerpo la parte física.
- Sus pensamientos la parte intelectual.
- Sus sentimientos la parte emocional.
- Sus sentidos las partes sensoriales: ojos, oídos, lengua y nariz.
- Sus relaciones parte interactiva.
- Su contexto espacio, tiempo, aire, color, sonido y textura.
- Su nutrición los líquidos sólidos que ingiere.
- Su alma la parte espiritual
A través de lentes:
La primera lente verá el cuerpo físico como todas sus partes y sistemas.
- La segunda lente muestras tu intelecto, la parte cognitiva de tu celebro. Esta lente revela la información que recibes, los pensamientos que tienes y los significados que le asignas.
- La tercera lente es la de tus emociones, tus sentimientos.
- La cuarta lente permite qué sepas como te percibas.
- La quinta lente muestras cómo interactuamos con la gente que puebla nuestro mundo.
- La sexta lente tiene que ver con la nutrición.
- La séptima lente tiene relación con tu contexto.
- La octava lente tiene que ver con tu acoplamiento espiritual. Tu relación con la fuerza vital. ¿Cómo consideras tu vida?
Para crear un ambiente más adecuado para la salud y el bienestar total, deberíamos:
Cuidar, atender, ejercitar y amar nuestro cuerpo.
- Desarrollando el intelecto averiguando cómo aprendemos y rodearnos de ideas, libros, actividades, experiencias de aprendizaje y oportunidades estimulantes para establecer un dialogo con los demás.
- Permitirnos ser más amistosos con nuestras emociones, y lograr que estás nos beneficien en vez de perjudicarnos.
- Desarrollar los sentimientos, aprender a cuidarlos, considerarlos y utilizarlos como vehículos esenciales para asimilar las cosas.
- Desarrollar métodos armoniosos para resolver problemas para ser más nutricios y solucionar conflictos: y desarrollar relaciones congruentes y sanas.
- Averiguar cuáles son nuestras necesidades nutricionales y satisfacerlas; recuerden que el cuerpo de todo individuo es único.
- Llenar los sitios donde vivimos y trabajamos de imágenes y sonidos, la temperatura, la luz, el color, la calidad de aire y espacio que mejor favorezca la vida.
- Participar en lo que significa vivir, formar parte del universo, manifestarnos completamente, y saber que fuera de nosotros existe una energía vital. Al atender mejor nuestra salud, tendremos una vida feliz responsable y eficaz.
Quizá la mayor recompensa sea el desarrollo de un contacto más estrecho entre nosotros y el planeta.
[1] Virginia Satir. Nuevas relaciones humanas en el núcleo familiar. Editorial Pax México, 2005
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