Sé que amas el suave calor que emana mi cuerpo. Me miras, me observas y examinas, pero no buscas novedades, soy un abismo con la piel teñida de negro, que ya conoces, que citas cada tarde al sentarte frente a mí, con la mirada larga, mirando sin mirar a nadie.
Me deseas en tu ser, en tu sangre y en tu aliento. Me tomas con tus dedos fuertes. Tu lengua me degusta anhelante. Yo invado tu ser, te hago compañía., no estás solo… tu alma se renueva, tu cuerpo se apacigua después de un día de idas y venidas.
Bebes mi esencia. Mi hálito tenue, vaporoso, invade tu cerebro. Una bruma ascendente, en espiral alucinante, absorbe tu mente. Tu boca antes deslucida y tensa, ahora despliega sus labios ansiosos, …me paladeas y eso te renueva…de nuevo vives y sientes que la vida vibra por mí, tu tibia taza de café.
Comentarios
Aún no hay comentarios.